Hola queridos amigos, cuando alguien nos da un consejo puede que lo sigamos o no, pero cuando alguien nos da el ejemplo es altamente probable que lo sigamos. La palabra convence, el ejemplo arrastra.
En un lugar de India, cierto día, acudieron al gurú un matrimonio y su hijo de 10 años; el padre del niño le dijo al gurú: «maestro, nuestro hijo es maravilloso y lo amamos, pero tiene una debilidad muy grande por los dulces, y eso le está arruinando su dentadura y su salud. Ya hemos conversado con él, hasta le hemos rogado y castigado, pero nada funciona. ¿Podría usted ayudarnos?
Para sorpresa del padre, el gurú respondió: «Vayan y vuelvan dentro de dos semanas» …y como a un guru no se le discute, obedecieron. Al cabo de dos semanas regresaron y el gurú dijo: «ahora, ya podemos empezar».
El padre le preguntó: ¿porqué tuvimos que esperar dos semanas para que atienda a nuestro hijo?
El gurú respondió: necesitaba dos semanas porque yo también he tenido una debilidad de por vida por los dulces. Hasta que no confronté y resolví la cuestión en mí mismo, no estaba preparado para tratar a su hijo.
Si uno no reconoce, acepta y trabaja sobre sus propias debilidades y limitaciones, no tendrá la experiencia directa que le permitirá tener una comprensión profunda, necesaria para ayudar y realizar una aporte óptimo a los demás.
Recordá que las cuestiones no resueltas en uno mismo, ponen límites a nuestra eficacia a la hora de ayudar a otras personas.
¡Abrazos al corazón!
Alex Vales