¡Hola amigos! Les traigo otra historia que espero contribuya a iluminar sus mentes e inspirar sus corazones.
Un orador inició su seminario mostrando al auditorio un billete de $100 pesos.
Dirigiéndose a los 200 espectadores preguntó:
-«¿Quién quiere este billete?». Muchas manos se levantaron.
Luego dijo: -«Se lo voy a dar a alguno de ustedes, pero primero permítanme hacerle esto…», y lo abolló dejándolo todo arrugado.
Entonces insistió: -«¿Quién todavía lo quiere?». Las manos volvieron a subir. -«Bien», dijo.
– «¿Y si le hago esto…?», lo dejó caer al suelo y lo empezó a pisar contra el piso con su zapato. Al recogerlo lo mostró al auditorio todo arrugado y sucio, y preguntó:
-«Y así, ¿todavía lo quieren?». Las manos se mantuvieron arriba.
-«Amigos, han aprendido una lección muy valiosa: No importa todo lo que le haya hecho al billete, ustedes de cualquier manera lo quieren porque su valor no ha disminuido. Sigue valiendo los mismos 100 pesos”.
Muchas veces en nuestra vida caemos, nos arrugamos, o nos «revolcamos en la tierra» por las malas decisiones que tomamos, por las difíciles circunstancias que nos rodean y que hemos contribuido a crear, y llegamos a sentir que no valemos nada… al punto de aceptar como válido el maltrato o desprecio de los demás…
Aún así, recordá que sos un ser único, diferente, legítimo y valioso y que viniste a este planeta a apreciar la belleza que hay en todos y en todo. Aprecio significa sin precio, ya que tu vida no tiene precio, y al valor….a pesar de todo lo que te hayas equivocado o te haya pasado, a tu propio valor te lo ponés vos. Así que Valorate, date un abrazo bien grande y repetí: ¡soy digno de aprecio!
¡Abrazos al corazón!
Alex Vales