¡Saludos! Muchas personas, yo diría una gran mayoría se han establecido en lo que llamamos el círculo o zona de confort. Hemos llegado a un punto en nuestra vida donde nos sentimos seguros y confortables y evitamos todo aquello que nos quiera sacar de ese cómodo lugar, al punto que desperdiciamos una gran parte de nuestro verdadero poder o potencial creador.
Había una vez un rey muy caprichoso que tenia una hija muy hermosa y buena. Quería casarla, aunque puso una condición un poco absurda. Estableció que seria elegido aquel hombre que fuera capaz de hacer volar un halcón que desde hacía mucho tiempo (desde pequeño) estaba posado en una rama. -Y nadie, absolutamente nadie hasta el presente había logrado hacerlo volar.-
Una cantidad de personajes aparecieron en el palacio y con distintas mañas intentaron que el pájaro volara, sin embargo ninguno lo consiguió.
Cuentan que una mañana el rey se levanto y vio volando al halcón por su jardín.
Su hija ya tenia pretendiente y cuando lo mandó llamar le pregunto como había hecho semejante milagro. Cuando estuvo frente al campesino le dijo: ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Como lo hiciste? ¿Eres un mago?
Entre feliz e intimidado, el hombrecito solo explico: «No fue difícil, Su Alteza: solo corté la rama, entonces el halcón se dio cuenta que tenía alas y simplemente se largó a volar»
Queridos amigos, los seres humanos no podemos saber de lo que somos capaces hasta que lo intentamos. No esperen a que aparezca alguien que les corte la rama; cada mañana, recuerden que nacieron para volar alto. Así que desplieguen sus alas… ¡y a volar!
¡Abrazos al corazón!
Alex Vales