¡Hola Amigos! Cuántas veces hemos visto emerger victoriosas a personas con historias de vida trágicas; dicen que “lo que no te mata, te fortalece”; los más bellos ejemplares de árboles, los he visto en lo alto de las montañas; allí están, agarrados, prendidos a un suelo rocoso, escaso de nutrientes y de agua, soportando los más feroces vientos y nevadas; están llenos de cicatrices, algunos doblados, con sus copas inclinadas hacia la tierra y sin embargo, como esforzándose en enderezar sus ramas y elevarlas al cielo en súplica y agradecimiento, se alzan orgullosos, con una belleza rara vez vista.
Por difícil que parezca, detrás de toda aparente tragedia, siempre hay algo hermoso.
Hubo en la historia, un padre asmático y una madre tuberculosa que tuvieron cuatro hijos. El primero nació ciego, el segundo nació sordo, el tercero murió y el cuarto tuvo tuberculosis. Sin embargo, esa sufrida madre quedó embarazada de nuevo; y seguramente estarás pensando para qué tener otro hijo, sabiendo lo que ocurrió con los anteriores. Por más imposible que parezca a nuestra lógica, el quinto hijo de esta mujer fue el genio musical de «Beethoven».
Otra historia real, es de una señora que está embarazada y ya tiene muchos hijos, dos de los cuales han muerto, su esposo no está con ella porque está en la guerra y a ella le queda poco tiempo de vida. ¿Qué será de la vida de ese pequeño cuando nazca? Ese pequeño nació y se llamó Carol, y fue el Papa Juan Pablo II.
Querido amigo, recordá que toda vida, por más insignificante que parezca, por más dura y difícil que sea, merece la pena ser vivida. Somos sólo un eslabón en el entramado misterioso de la vida y estamos unidos a los demás de infinitas maneras que desconocemos; así que valora tu vida y valora la vida de los demás.
¡Abrazos al corazón!
Alex Vales