¡Hola amigos! Es muy común en la actualidad llevar los problemas del trabajo al ámbito familiar y con ello crear más problemas, discusiones y malos momentos. ¿Que podemos hacer? Aquí les dejo una historia que espero encuentren inspiradora y útil para este tema.
A un jardinero se le dañó su cortadora de césped y tuvo que detener su trabajo por unas horas. Habiendo terminado su trabajo tarde, cansado, al subirse a su camioneta para regresar a su casa comprobó que no le arrancaba.
Entonces, el dueño de la casa ofreció llevarlo. El jardinero aceptó y permaneció serio y en silencio todo el camino. Cuando llegaron a la casa del jardinero, éste lo invitó a entrar a su casa y conocer a su familia.
La casa tenía un jardín precioso. Mientras se dirigían a la puerta, el jardinero se detuvo frente a un pequeño árbol y tocó las puntas de las ramas con ambas manos.
Al entrar en su casa, ocurrió algo sorprendente. El jardinero cambió su actitud y comenzó a sonreír plenamente. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Luego presentó su hermosa familia a su cliente, y lo acompañó hasta el auto.
Cuando pasaron cerca del árbol, el cliente sintió curiosidad y le preguntó acerca de lo que había visto cuando entraron.
Le dijo: -«Ese es mi árbol de los problemas». «Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero hay algo que es seguro: los problemas no pertenecen a mi casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos».
Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego.
Fue una gran lección la que aprendió el cliente de su jardinero ese día.
En cuanto a mí, queridos amigos, al leer esta historia, me dí cuenta que aunque no podamos evitar tener problemas en la vida, podemos evitar que los problemas nos tengan a nosotros.
Así que ponte a pensar: ¿Tienes problemas o los problemas te tienen a vos?
¡Abrazos al corazón!
Alex Vales